El 23 de junio último el Ministerio de Educación, Juventud y Deportes de Francia otorgó a Nelson Vallejo-Gómez las Palmas Académicas. El actual Ministro Jean-Michel Blanquer entregó personalmente la distinción. Durante la ceremonia estuvieron presentes, Edgar Morin, familiares cercanos del homenajeado, entre otros.
“(…) Me gustaría ofrecer este tributo como un testimonio para mis hijos, aquí: Emma, Solal, Suzanne. En el año y medio pasado, como todos los estudiantes en Francia y alrededor del mundo, ellos han experimentado valientemente la crisis causada por la pandemia COVID-19. Estas múltiples crisis han removido los paradigmas del viejo mundo. Dependerá de ellos que poco a poco construyan los nuevos paradigmas y el nuevo camino para el futuro de la humanidad, como diría Edgar Morin.
Construir un mundo nuevo y más humanizado implica un compromiso de resistencia intransigente frente a la crueldad y la indiferencia derivadas de la objetivación de la mirada, la violencia simbólica de no ver u oír la presencia del otro frente a uno, la complejidad de su mirada y su rostro, como una persona única y no reducible solo a sus cualidades o defectos, accidentes, convicciones, creencias o género.
Uno nunca ama a nadie, solamente cualidades, decía Pascal.
Mis hijas Emma y Suzanne recuerdan sin cesar al “macho colombiano” que yo en algo continúo siendo, siguiendo la tradición patriarcal y a mis ancestros y colonizadores hispanoamericanos, ya que a ellas les gustaría que las vieran en la calle y sean vistas por sus jefes, no porque sean mujeres, sino porque son personas. Este es el paradigma de la complejidad humana a construirse para este nuevo mundo: que unos a otros se miren como personas. No creo que traicione los principios del laicismo francés al recordar que desde el Nuevo Testamento tenemos este “RNA mensajero civilizado” como legado, y sin testamento, como diría el poeta René Char.
Aquí, doy testimonio de mi viaje milagroso en la vida privada y profesional a fin de que mis hijos tengan confianza en ellos mismos y en su futuro, para que sepan que cada día es suficiente para su dolor y alegría, para aprender que no hay que desesperarse, aun cuando aprieta un enorme peso sobre tus hombros (el peso de tu propio cuerpo y espíritu, mundo y vida, del pasado desconocido y el mañana incierto), el peso de un yo confundido a veces por la búsqueda, oh, qué difícil, de un “YO” que uno puede conjugar como un NosotrosOtros.
Pase lo que pase, hijos míos, nunca deben dejar ir nada, no dejar ir cuando sus sueños los mantienen despiertos, cuando sus ambiciones son correctas y sensatas, cuando sus planes llevan palabras y cosas ancladas en el cuerpo y espíritu.
Que este testimonio les ayude a tener éxito en la vida y, al mismo tiempo, a triunfar con los demás, su vida y la vida de los demás.
A través de mis hijos, también me gustaría testificar por los niños cuyo padre llegó a Francia de un país lejano, a los 19 años, un extraño como yo y como yo sin saber leer, escribir o hablar francés.
Me gustaría que Stanislas Dehaene, presidente del Concejo Científico de la Educación Nacional, algún día me hiciera un mapeoe resonancia magnética en su laboratorio en NeuroSphin para descubrir por qué este cerebro se había mantenido tan blando a los 19 años, pero me temo que allí descubra las huellas de mis demonios, como tantas formas dejadas en el cielo por las alas de un ave migratoria.
Así que les dejaré imaginar lo que deben soportar para poder afirmar que se apoderan del espíritu de la lengua y la cultura francesa, y estar aquí hoy para recibir este tributo.
Creo que hace falta mucho amor, audacia, metacognición, de confianza en uno mismo, a veces ingenua y sin sentido para aprender a decirse a uno mismo, trabajar y vivir en otro idioma que no sea la lengua materna. Aunque me gusta mucho la alerta que Jacques Derrida hace sobre esto: solo tengo un idioma y no es el mío.
De todos modos, no solo debemos enseñar a los niños a leer y escribir, sino, sobre todo, como Usted lo suele recordar con frecuencia, Sr. Ministro, enseñarles a amar y desear esta increíble aventura de empoderamiento y libertad vía el aprendizaje a leer y escribir, respetando a los demás.
Durante los últimos cuatro años, Stanislas lo sabe, dondequiera que fui con CSEN como correa para el hombro, fue el ser humano y el amante del empoderamiento y la libertad de la lengua-cultura francesa, que me inspiraba. (…)”
(Fotos por Philippe DEVERNAY, Paris, Junio 23, 2021, en el Ministerio de Educación de Francia).
En Junio 2021, el Dr. Nelson Vallejo-Gómez, uno de los fundadores del Instituto Peruano del Pensamiento Complejo Edgar Morin –IPCEM y Doctor Honoris Causa por URP en 2013, ha sido promocionado como Inspector General de la Educación, del Deporte y de la Investigación de Francia (Inspecteur général de l’éducation, du sport et de la recherche).
Más fotografías Palmas Académicas:
https://www.24mm.fr/albums/584d9f1a41f77c09f6c2e49340199a3c/?fbclid=IwAR3ek6Fx_l6Qby5i7EeJOYXI2ghNrYJ3rGzwzuTyDTPwDqOK4uYzmE9dBLU