Queridos amigos peruanos,
Yo quisiera agregar a este nuevo Instituto de Pensamiento Complejo en América Latina la expresión de mi amor por vuestro país, tan rico en tesoros culturales, provenientes de las civilizaciones que allí se desarrollaron y pudiendo hacer la simbiosis de futuro entre los valores comunitarios del pasado andino y los aportes del humanismo europeo.
Europa patina, Europa pierde la sabia magnífica que hizo brotar a la ciencia, la razón y la filosofía moderna. Ya no es capaz de cuestionar ni examinar una ciencia fragmentada en disciplinas y ciega sobre su futuro, una razón encerrada e incapaz de concebir eso que la sobrepasa, una filosofía que ya no sabe considerar y pensar ni el hombre ni el mundo.
La esperanza reside ahora en América del Sur. La esperanza está en un pensamiento del Sur, que integre las aportaciones positivas del Norte pero que rechace la hegemonía del cálculo, de lo cuantificable, de una visión del mundo en donde domine la mecanización y la ganancia.
Por haber fundado este Instituto en el Perú, llamado a ser uno de los focos del pensamiento del Sur, religado, activo y generoso, mi profundo agradecimiento al Rector, educador y poeta, Iván Rodríguez Chávez, a Teresa Salinas y a Nelson Vallejo-Gómez.
Por auspiciar esta iniciativa y recibirme en su casa, mi reconocimiento a la Excma. Sra. Cécilie Pozzo di Borgo, Embajadora de Francia en el Perú.
Edgar Morin